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Guiso de lentejas
Después de la fabada aquella del año pasado, este plato estará peleando el primer puesto de mis comidas mega calóricas. Es que el frío de santiago…
Total, cubos de ternera, chorizo galego (de la zona de Oroso, según la dependienta del mercadito de enfrente de casa), zanahorias, cebollas, patatas, ajo, pimentón, pimienta y sal dieron esta imagen para el recuerdo
Algunos con la vista muy desarrollada se preguntaran: genial, pero y las lentejas? donde está la excusa para sostener tremendo show de grasa multicolor? pues también llegaron:
Así que ahora solo resta esperar dos horitas para que todo llegue a su punto. Ahorraré los comentarios maliciosos lanzando la primera piedra: después me pregunto porque no me entran los pantalones…
En Galicia, nos cuidamos así
Gracias a la certera recomendación del chemita, este mediodía nos marcamos una mariscada de antología. Una imagen vale más que mil palabras….El sitio se llama A Taberna do Carril, como su nombre lo indica, queda en Carril, provincia de Pontevedra y es altamente recomendable.
Lo que sí, a veces el cuerpo pasa factura de los excesos. Suerte que el marco marítimo/pesqueiro ayudó a disipar el mareo.
Sushi-manía porteña (importada a Galicia)
Ya lo conocía de viajes anteriores, pero en este andrea me llevó a un par de restaurantes buenos y le terminé pillando el truco. Tanto fue así, que al final me regaló un libro y me animé a armar los rolls yo solito.
Un día los hice en Neuquén (salían un poco ovalados)
Y repetimos otra noche con los mismos comensales. Así que o salió bien, o es que me quieren mucho y no me quieren desilusionar
El libro está muy bueno, y no se agota sólo en el sushi, sino que se mete con otros platos que ya los estamos probando aquí. La clave es el arroz, que paso a describir el proceso:
- Arroz: vale cualquier marca. El cuento del corte inglés, de “arroz for sushi” es vistoso, pero no hace falta.
- Lavar el arroz: quitarle el almidón, pasandolo por agua una y otra vez. Primero, el agua sale blanca, y con las pasadas, empieza a transparentar (8 o 10 veces).
- Se pone el arroz en una cacerola con un 20% más de agua. Si es medio kilo de arroz, se pone 600 ml de agua.
- Se tapa con papel de aluminio, y se deja reposar 10 minutos.
- Fuego fuerte: en cuanto el aluminio se hinche, un par de minutos, y saldrá vapor por los bordes (puede que derrame agua).
- Apagar el fuego.
- Tapar la cacerola, sin quitar el papel aluminio, con la tapa de la cacerola. Dejar reposar 20 minutos.
- Quitar la tapa (pero no el papel) y dejar 20 minutos más.
- Listo. Quitar papel y el arroz quedó pegajoso y justo para el sushi. No se cuela ni nada: ya está.
- Hasta este punto, es la forma japonesa de cualquier arroz. Pero para el sushi aún falta algo: el vinagre. Para medio kilo de arroz, 90 ml de vinagre de arroz, 4 cucharadas de azucar y 1 de sal.
Teniendo el arroz listo, el resto es coser y cantar. Se necesitan algas nori (unas algas disecadas cuadradas, de 20 cm o así) y una esterilla de bambu (para enrollarlos). Capa de alga, capa de arroz, relleno a 5 cm del borde (longitudinal) y a empezar a enrollar. Queda como un chorizo negro bastante desagradable a la vista, pero al cortar los maki quedan muy bonitos con los colores del relleno. El tema del relleno es bastante occidentalizado, y de momento estas son las variantes que uso:
- Palitos de cangrejos y queso philadelphia
- Langostinos y cebollino
- Pepino y wasabi
- Salmón crudo (o ahumado)
- Pepino y salmón
- Aguacate (palta) y cangrejo
Y mezclas entre ellos, lo que dicte el corazón…. De hecho tengo una versión “peques” de jamón y queso (que tampoco los pude convencer con eso). Y el tema del wasabi (aquella cosa verde que pica muchísimo) lo pongo según el público, sino, al plato y que la gente le ponga como quiera.
Y así llegamos a santiago, ajaponesados, tanto que el otro día terminé haciendo sushi para 14 personas, incluso con sashimi (el salmón crudo cortado de forma rectangular) y el niguiri (bolita de arroz con una loncha de salmón encima). Postales del evento, la decoración de la mesa es responsabilidad de nuestra amiga valenciana, una profesional en la materia
Los sorrentinos y la casa de Maradona
Siguiendo con nuestra ruta gastronómica por el sur, mientras los grandes degustábamos un clásico asado, los peques conocieron los sorrentinos. Se trata de una pasta rellena, por lo general de mozzarela y jamón (algunos les ponen nueces). Como un raviol, pero mucho más grandes. De hecho, un plato de sorrentinos suele estar compuesto de 4 o 5 piezas. Y quedan geniales con salsa blanca (bechamel)Y la casualidad nos llevó a estar justo enfrente de… la casa de donde se llevaron preso a Maradona! la famosa casa de caballito, del jarrón y todo lo demás. Así que como si se tratará de un monumento equiparable a la torre eiffel o la muralla china, ahí fuimos a sacarnos fotos a la puerta.
Noche en Toronto
Según los peques, toronto es “el mejor restaurante del mundo”. Se trata de un tenedor libre, curiosa forma de restauración argentina, normalmente regenteados por inmigrantes orientales y que ofrecen una variedad de comidas a un precio único, en plan buffet. Son autoservicio y suelen tener un aire internacional, con ligeras ambientaciones en cada sector. La parrilla será más autóctona, el sector de sushi tendrá pictogramas japoneses, etc.
Como ejemplo de la movida, vemos al felu en el sector de pastas, donde suelen armar combinaciones de tipo un raviol negro, otro blanco, otro amarillo…. y al final calamares encima.
Con los postres también se ponen creativos, como esta gelatina de fresa con dulce de leche arriba
O esta creación, que desconozco cual será la base, pero mucho me temo que se trata solo de un soporte para pringarlo de dulce de leche a saco
Toronto: el restaurante donde todo vale y los peques hacen lo que quieren con sus platos. Tanto que a veces hay que ponerlos a andar con correctivos un poco drásticos
Los primos también suelen perder el norte, y reciben un poco de su propia medicina
Pero claro, la única que se porta bien ya sabemos quien es….
Paellas porteñas
En un concepto integrador entre culturas y sus más arraigadas tradiciones culinarias, y pasada la fiebre del asado (todo sea dicho) en la casa de los Ameijeiras nos volcamos a la paella en su variante valenciana (cordero y pollo).No fue difícil conseguir la paella, ya que gracias a la mixtura étnica de BA se consigue de todo a la vuelta de la esquina. Más dificil fue dar con los porotos (alubias) que se parecieran lo más posible al garrafó valenciano, pero así y todo salió bien. La hicimos un sábado, y luego… el otro sábado, así que supongo que les gusto.
La gente se agolpaba para fotografiarse con la paella, como si fuera un totem religioso o un trofeo, lo que también deja a las claras de que el verdadero motor de esta familia siguen siendo los básicos. Sentimientos básicos como…. comer hasta reventar!
Ya está el set de flickr correspondiente a las dos paellas (hasta el momento).
Pollo a la Marvin
En mi loca carrera por vaciar el congelador antes de marchar de vacaciones, esta semana fue el turno del pollo. Digo “la semana” porque la ausencia de los peques logra que todo sobre, se repita o reaparezca sin más. Además, es una gran ayuda ante la tentación de hacerse un bocata de chorizo o cualquier otra variante saturada de grasas.Total, la semana del pollo. Tenía un par de pechugas congeladas, así que agotado el recurso de “a la plancha y a vivir” tuve que agudizar el ingenio para hacer más llevadero la rutina de los mediodías (porque las cenas lo tengo claro: Plan Special K!). Y en homenaje al artista del día, con vosotros Pollo a la Marvin:
- Aceite de Oliva
- Ajos enteros (4)
- Trozos de pechuga cortado en dados (desconozco cuanto era, lo que quedaba de la bandeja)
- Tomates cortados en dados (2)
- Salsa de Soja
- Tomillo
- Romero
- Sal
Calentamos el aceite. Echamos los ajos enteros, ligeramente cascados con el lateral del cuchillo. Ponemos el pollo, la sal, el romero y el tomillo. Lo dejamos que dore un poco, no recuerdo, 5 o 10 minutos (no es muy preciso el tema). Luego, los tomates. La idea no es que se cocine en plan guiso, sino que se calienten un poco. Y largarán su jugo que ira al fondo. Unos minutos, poca cosa. Y para el final, un chorrito de salsa de soja (si es de un todo a cien de chinos, mejor). 30 segundos, y listo.
El vídeo empieza con los ajos y pollos dorándose (la próxima vez me acordaré antes de encender la cámara). Ayer lo hice con el wok, pero como veréis hoy lo repetí en sartén. Quedo parecido, solo que en el wok tardó un poco más en dorarse el pollo. Ahora que lo pienso lo que quedó mejor fue el tomate con el wok, asi que recomiendo el wok.
Imperdible el fondo de salsa de soja con el tomate cocido! (con silueta de Bimbo, of course!)
La parrila de damiano
A propósito de un comentario que me acaba de hacer Ayalita, y que no me atrevo a responder, ahí va un ejemplo de que en América (del norte) también saben hacer asados… y que asado! El vídeo es gentileza de nuestro hombre en la Florida.
© Ayalita, 2007Como comer gratis en McDonalds
Cacheiras, tortilla y coca cola