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Requiem para Tupuatec
Antes usaba mucho Yahoo! Mail. Y lo usaba mucho más en mis primeros años de emigrante, allí por el 2002, 2003…
Y en esa época, por ráfagas, solíamos enviarnos parrafadas entre los amigos desperdigados por el mundo. De vez en cuando, algunos que me parecían dignos del recuerdo, los metía en una carpeta ex profeso, en plan Time Machine.
Algún día tenía que mirar que había en ese arcón. Demasiados correos largos, respuestas infinitas… y esta gema que quiero volver a inmortalizar. Es obra del gran Damiano, en respuesta a alguna ofensa o acusación. Un Requiem para Tupuatec: aquel amigo al que no podemos nombrar por temas contractuales, pero que todos sabemos bien de quien se trata. Con vosotros, Damiano en su máxima expresión.
En mi lecho de final reposo, puede se acunien infinatas frases, descripciones o reproches. Candidas o agraviantes, de algo solo estoy seguro, nadie osara decir ni para sus adentros, “Yace aqui un hombre quien nunca vio mas alla de sus narices”…
Requiem para Tupuatec:
Primero…, perdone que lo tutee, mas despues de tantos anios, y que le llegue el mensaje, quiza sea conveniente, que no lo trate de Ud.
La retorica me amansa !…. Que para ser hombre puesto, no hay que envalentonar, chillar, llorar o gritar, y menos montarse en lanzas.
Su tono sonó chillón, la histeria de la mayúscula lo vende de aputosado, pues el macho acalorado por la noción de un aprete, en la faena se mete tranquilo y con convicción.
Allá a la televisión, las malas lenguas aciertan, se llega con carta abierta,… y mas rápido se trepa que a bonsai enmacetado, con e culito parado y sonriendo al patrón.
Con voluntad iracunda, a tierra Azteca ha marchado…. Se me fue metroasexuado, mas no del todo perdido, yo no se porque mi amigo me defiende el dunga dunga.
Lo dejo con este dicho.. “No esta muerto quien pelea”, …deje el GQ y las manera de presentarse pulido, no ande buscando marido que le va a pegar el bicho…….
Y ante semejantes acusaciones, Tupuatec no se podía quedar callado. Justicia histórica entonces para quien hace hablar a los correos, pasando de formalidades y poesía.
No me asusta la retòrica pulida de damiano sres., cual martìn Fierro con chiripa de The Gap y torta frita con dulce de leche “cajeta”. le recuerdo Sr Damiano, las circunstancias dudosas de su partida a Miami, en compañia de dos muchachones de dudosa reputacion(valga el gracioso juego de palabras)…y no se fue precisamente a trabajar en la industria del entretenimiento, asì que en todos lados se cuecen habas Sr mìo….y no sòlo en “el medio” como su filosofìa de cafe “Narices” nos quiere hacer creer…Sr Damiano…..el hombre del siglo xxi juega con la ambiguedad!Me extraña que su vision no vaya mas alla del parque Rivadavia!!!
Impresionante. Tengo miles de correos de este tenor, pero ninguno tan logrado como estos dos. Resumen total de dos estilos opuestos, donde cada palabra es una daga afiladísima, cada caracter y hasta cada error ortográfico comunica más que cualquier otra forma de expresión. Un aplauso para mis amigos, si señor!
Y en el 92 también fuimos a Brasil
Pues eso: en 1992, fuimos a Brasil. Un poco mas al sur, a Florianópolis, la isla de las tantas playas donde no todas son de argentinos. Al menos nos buscamos la vida y lo intentamos, y la verdad es que coincidimos con muy pocos (argentinos, digo, más allá de nosotros).
Fuimos con el gine y el calavera. También estaba planeado que se nos sume Marcos, un día X, del mes Y, a las Z:Z. Un plan siniestro que dio para el desencuentro, la verdad es que hubiera sido un milagro encontrarnos en esas coordenadas y con esas lógica tontería que uno lleva a los 20.
Total, que ahí nos fuimos los tres, con un viaje realmente escabroso (tren hasta misiones, autobus a Porto Alegre, otro bus hasta Florianópolis). Había aire acondicionado en los transportes? pues no. La verdad es que no nos importaba, como tampoco nos importaba el tema de la protección solar. Es más: apuesto a que usamos Hawaiian Tropic para acelerar el bronceado. Así era el siglo XX, aún quedaría ozono y, todo sea dicho, nos resbalaba absolutamente todo!
La calidad de las fotos no es muy buena, pero al calita se lo ve muy perjudicado por los efectos del sol, y hay una de perfil mía que también se me ve.
Created with Admarket’s flickrSLiDR.Es una pena no contar con los testimonios de los otros dos, máxime mi fama de agrandador de historias. Así que como nadie me podrá rebatir (salvo que el calita se ponga a ello!), ahí van algunas pinceladas de un viaje muy divertido:
- El calita dormía literalmente colgado de algo, sin sábanas (decía que le molestaban, prefería el colchón a pelo) debido a su fanatismo de broncearse. El plan no le salió, porque más que broncearse se chamuscó y volvió echo un desastre de colores y dolores.
- En el super del centro encontramos el primer brick de litro de ketchup (al menos en ARG en esa época no lo había) y se posicionó en la cresta de la pirámide nutricional del viaje, convirtiendo a la comida en excusas para usar el ketchup. Hamburguesa, huevo frito o simplemente pan era lo que se veía en la mesa.
- Además de la mala alimentación, se le sumaba el ritmo vertiginoso de cervezas y caipirinhas en la playa. El cambio era favorable, y con dos monedas bebíamos en la playa… igualito al Iberostar.
- Debido a estos dos ritmos anteriores, volví a BA con una gastroenteritis descomunal, que logicamente achaqué a la calidad del agua potable en Brasil.
- Era una isla muy grande, muchísimas playas, evitando a los argentinos, por aquello de “ya que venimos a otro país, para que ver a los mismos!”. Y nos encontramos en nuestra playa con dos amigas que el gine no se quería encontrar, pero que luego le daba gracia visitar en Buenos Aires (pistas: miramar). Si no me equivoco, Nacho también las visitaba alegremente.
- El tema del idioma era muy curioso. El gine ni siquiera se esforzaba en pronunciar las dos palabras en portugués que hacían falta para pedir.. “un helado”. Se limitaba a gritarlas, en perfecto castellano y a enfadarse (un ejemplo de truqueo muy fuerte).
- Tampoco logramos muchos avances en materia del mito femenino en Brasil: lo más cerca que estuvimos fue cuando el cala dibujo su nombre en la arena a una niña, ya que no era capaz de entender una sola letra del limitado vocabulario de nuestro trabado amigo.
- Volví con un curioso arete de un escorpión en la oreja izquierda. Así como lo leéis. También con múltiples collares para turistas que se creen que esos cosos blancos eran dientes de tiburón.
En fin, un viaje de aquellos, como casi siempre quedaba el final de una aventura nuestra. Terriblemente divertido e inconsciente. Porque no podré evitar tararear 1979 de los Pumpkins? Pues eso mismo.